jueves, 28 de noviembre de 2013

El oficio de escritor

Deberes ineludibles me obligan a ausentarme durante unas semanas. Asuntos de trabajo. Pero no de la naturaleza que me hace sonreír cada vez que pienso en este tipo de ocupación a la que me dedico porque me acuerdo de Cristinita, la hija de Raúl Rivero, Cristian, como yo le decía desde el invierno de 1976 en Moscú, cuando la vi por primera vez, Cristian cuando era niña, y la pregunta de índole clásica que le hizo su maestra de primer grado, ya en Cuba, consistente en el consabido que quería ser ella cuando fuera grande y Cristian respondió: “Escritora como mi papá.” “¡Ah, qué maravilla, Cristina Rivero! Porque así harás poesías y escritos muy bonitos sobre Martí y sobre Fidel. ¿Verdad, Cristinita Rivero?” A lo que la niña respondió con diamantina naturalidad: “No, maestra. Yo quiero ser escritora como mi papá porque él se pasa la vida en la sala de mi casa, sentado con sus amigos, y todos hablando y fumando y riéndose”. Bien, pues, no porque vaya a escribir loas a Martí o a Fidel, o me vaya a sentar con Raúl entre su camada de amigotes, la situación es que tengo de todas maneras que desplazarme, y eso significa que este blog se queda sin suministros de entradas durante las presentes festividades navideñas. Emprendo el camino y, advierto, no me hallo de ninguna manera desvalido. El buen amigo Rafael del Pino, Rafa el Infalible, me hace llegar un bono de gasolina para que pueda enfrentar la eventualidad de que el tanque se me quede seco en el camino. Es el bono que traía en su billetera cuando se montó con toda su familia en el Cessna que lo trajo a los Estados Unidos. A tenor de que para un lector extranjero o muy joven resulta una incógnita el bono y su uso durante largos años del proceso, sí les puedo asegurar que este es un buen bono. Por lo menos Del Pino no tuvo que deshacerse de él ante la exigente mano del pistero mediante el cual confirmaba que él, el general Rafael del Pino, héroe de la aviación revolucionaria, con un número certificado de derribos en la batalla de Bahía de Cochinos y un sinfín de misiones internacionalistas, estaba autorizado a recibir en el tanque de su coche Lada la cantidad prevista de cinco litros de gasolina. No hubo necesidad de gastarlo y Del Pino ha recorrido miles de kilómetros con el documentito en el bolsillo desde que despegó para siempre —en 1987— de una pista habanera, la de Ciudad Libertad. Cinco litros que nunca se consumieron. ¿O Rafael los donó exprofeso a la patria antes de su partida?

Nos vemos en enero.

PS: Para alargar esta despedida (me gustan las despedidas largas, tan largas, que parece que uno se queda), les recomiendo —más bien los conmino— a que lean lo último del blog de Pedro Schwarze. Una mezcla perfecta de elegancia, jodedera e indignación. Cliquead aquí. Urgente.

viernes, 22 de noviembre de 2013

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Un gobierno que enaltece traidores

Nicaragua. Julio de 1980. El teniente coronel
Antonio de la Guardia y el mayor Juan Pérez Fornell.

El 13 de julio de este año, en este mismo blog, colgué una pieza breve —“Solo el traidor vive”— sobre el fusilamiento del coronel del Ministerio del Interior Antonio de la Guardia Font. Está ilustrada con una fotografía de mi colección. Aparece Tony en Nicaragua con tres de sus compañeros, nueve años antes de que lo ejecutaran. Uno de los personajes, Juan Pérez Fornell, es el traidor al que se refiere el título. En mi blog anterior digo que Juanito “sirvió de agente en la sede de la jefatura de MC para informar de todos los pasos de su jefe y supuesto hermano machihembrado.” El supuesto hermano machihembrado es una referencia a Tony. Pero resulta que ahora el periódico provincial de Pinar del Río, Guerrillero, publica una especie de obituario diferido del oficial, también conocido por nosotros como “Augusto”, su nombre de guerra cuando se desempeñó en los 70 como agente secreto de la inteligencia cubana en Argentina. No sé si el propósito es exaltar los valores patrióticos de Juanito. O lo hacen para sasonarme coin una respuesta, tardía, pero de alguna manera debida. O para inventar algún nuevo personaje heroico del Ministerio del Interior, ya que los verdaderos ellos mismos los mataron. La triste verdad es que no importa todo lo que hubiese hecho Juanito por recabar evidencias para encausar a Tony. Sus ingentes esfuerzos, los chismes por toneladas, las madrugadas tecleando informes, eran innecesarios. Porque de cualquier manera el destino de un auténtico héroe de la Revolución Cubana, el coronel De la Guardia, estaba sellado desde que Fidel decidió usarlo como cobayo ejemplarizante de lo que estaba dispuesto a hacer por mantenerse en el poder. Así que, Juanito, viejo, todo daba lo mismo. Juanito no sabía que en Cuba hasta los chivatos son una pantomima.

Cliquee aquí para acceder a la fuente original de “Unas vida y dos revoluciones”, en Guerrillero, Pinar del Río, sábado 16 de noviembre de 2013, por Blanchie Sartorio.

Sobre la foto: Copyrigth © 1980, 2013 by Norberto Fuentes. Prohibida totalmente la reproducción o sustraerla y colocarla fuera de los márgenes de este blog.

martes, 19 de noviembre de 2013

Q & A


Pedro Schwarze: ¿Qué tu crees: Díaz-Canel es el hombre que Raúl está preparando para su retiro en 2018 (o antes)?

NF: Quizá como figura de transición. Hasta ahora no está demostrando tener mucho en la canasta. Quizá ese tipo de huevón grande y pesado esté bien para Maduro en Venezuela, pero en Cuba... Yo veo con mejores perspectivas a Alejandro, el hijo de Raúl. Fidel lo entrena a diario. La consolidada metáfora de Don Corleone con Michael.

Cliquee para ver completo el artículo “Miguel Díaz-Canel gana terreno en carrera por sucesión de Raúl Castro” de Pedro Schwarze, en La Tercera.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Toda la política


Toda la política americana sobre Cuba parte de la creencia de que la isla no puede vivir sin los EUA. Bueno, es cierto, pero no puede vivir sin los EUA como adversarios. Sobrevivir, a la larga, sin ceder ante los Estados Unidos, es quizá una quimera, pero en la terquedad de ese sueño han existido, incólumes, durante el último medio siglo. El día que cedan, saben que se los comen vivos y sin tan siquiera echarles una pizca de sal. ¿Conocen el simpático axioma de Winston Churchill sobre los americanos? Eso me lo enseñó una noche Luis Posada Carriles en una entrevista. Se refería a una experiencia personal que no viene al caso contar, y tampoco estoy autorizado a hacerlo. Dice Posada que Churchill afirmaba que era muy peligroso ser enemigo de los americanos, pero mucho más peligroso ser amigo. ¿Y qué me dicen de los hijos del desierto? ¿De los beduinos como Kadafi? ¿Y Saddan? Se pusieron a retozar con esas ideas peregrinas que les vendieron y miren dónde terminaron. Pero, además, para poner a quién en Cuba al frente del poder. ¿A Carlos Alberto Montaner? ¿A cualquiera de los hermanitos Díaz-Balart? ¿A Guillermo Fariñas? Qué extraño: a estas alturas del juego, y todavía no entienden que con Raúl pueden negociar. Total, si el único que corre peligro es él.

Foto: Raúl Castro en el verano de 1987 durante un recorrido por la Sierra del Escambray. Aún la época de segundo al mando. A su derecha, el autor —invitado VIP de la comitiva— sostiene un sombrero de yarey. Carlos Lage es el de la camisa clara a cuadros. En la actualidad, defenestrado del cargo de vicepresidente. En la extrema izquierda de la foto, alguien identificado como Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, yerno de Raúl y ya en aquel momento una estrella en ascenso de las todopoderosas empresas económicas militares.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Obrigado

Mensaje de Rui Ferreira, conocido por toda la colonia de periodistas cubanos —lo mismo en La Habana que en Miami—, como “El Portugués”.

Querido Norberto,

Mira a quien me trajiste a la memoria, mi amigo Arencibia. Como te dije por teléfono, es el fotógrafo cubano que no lograste identificar inicialmente. Se llama Félix Arencibia. Mejor dicho, se llamaba, porque hace momentos buscando sus datos me topé con la noticia de que falleció en 2007 en La Habana. Otro disgusto más, porque sí hay alguien a quien puedo llamar "compañero" es a Arencibia. De los pocos fotógrafos en Cuba que me ayudaron a hacer fotos allí, además de Grandal, Mayito y Marucha y que me abrió las puertas del laboratorio de la UPEC [Unión de Periodistas de Cuba] para revelar mis fotos. Él fue durante muchos años fotógrafo de la UPEC y sabes, o te imaginas, las broncas que debe haber tenido por ayudar a un colega extranjero. Nunca me pidió nada, fue sencillamente un colega solidario y ahora al saber que está muerto, lo voy a extrañar mucho. Arencibia siempre fue un caballero. Ojalá podamos, un día, recuperar su obra.

¡Viva Arencibia!

Un abrazo,

Rui

Post-data: Sobre los muertos de Angola, los cubanos, estoy totalmente de acuerdo contigo, es un tema demasiado serio para tomarlo a la ligera. Tal como tú, he tenido que lidiar con el mismo falaz argumento y nunca he dudado de las cifras cubanas. Y parto de un ejemplo muy sencillo, que siempre he esgrimido: en los 13 años de guerra colonial en tres teatros de operaciones africanos, los portugueses tuvieron alrededor de 2.700 muertos, más bien 2.800. El teatro más difícil en términos militares para nosotros fue Guiné-Bissau, pero Angola fue el más letal, cerca de 2.100. Por lo tanto la cifra cubana es muy lógica y aceptable. (No cuento los heridos y lisiados cuyas cifras globales en los tres teatros superan los 10.000).

La foto de Fidel fue impresa con la ayuda de Arencibia en la UPEC. La del niño es de 1997, la última vez que estuve en Cuba. R.

Fotos: © Rui Ferreira. Prohibida la reproducción sin permiso por escrito del autor.

martes, 12 de noviembre de 2013

Las bajas cubanas



Viejos mensajes a propósito del aniversario 38 de la proclamación de la independencia angolana, un 11 de noviembre, uno como ayer. ¿Cómo ayer? ¿Dije como ayer?

[Todo el breve intercambio se produce el 2 de junio de 2007 por la mañana. No estoy autorizado a revelar el nombre del interesado en mi información.]

Del interesado:

Esta es una observación que me han hecho:

Las cifras que se conocen de bajas cubanas en esas guerras me dicen ciertos consultores que no son precisas, ya que muchos de los caídos en combate y por otras razones incluso fueron enterrados en África y Cuba no tenía gran incentivo para dar a conocer los números.

Un ex diplomático destacado en África por esa época me aseguró que podrían ser decenas de miles. ¿Qué tú piensas? Fue una presencia casi estable de unos 40.000 hombres durante el tiempo que duró el conflicto. ¿Podrían ser sólo unos 2.000?

Perdona esta lata, pero es un dato que me interesa.


Respuesta de NF:

Yo, personalmente, participé en el conteo. Le dices al diplomático ese que no hable mierda. Es la cantidad que te estoy diciendo, caballón. Ni uno más ni uno menos. Todos los nombres, además, fueron publicados en Granma. Yo tengo una copia de la lista. Nombre por nombre. Cuando vengas por aquí, te llevas una fotocopia. O deja ver si la pongo en mi página web. Si logras sacarme un nombre que no esté en esa lista, uno solo, yo no escribo nunca más. Por último: los cubanos no dejaron los restos de ni uno solo de sus compañeros por detrás. Y los forenses militares cubanos son los mejores del mundo, al punto de que lograron identificar hasta el último huesito. Yo los vi trabajar, padre, con sus cepillitos y aireadores, y limpiando las chapillas y sacudiendo las botas y separando los jirones de uniformes de huesos aún húmedos, y la devoción y la hermandad con que realizaron su misión para que cada familia tuviera la seguridad de que en aquella cajita había verdaderamente algo de sus hijos. ¿Cuántas decenas de miles dice ese comepinga que murieron? ¿80.000? ¿100.000? ¿Medio millón? Bueno, a la cantidad que sea, tú me le restas los 2.007 que yo te digo, y del enorme monto restante yo te ruego que me cites un solo nombre, repito, uno solo, y en una cualquier localidad de Cuba, que no esté nombrado en la lista. Un abrazo.


Regresa el interesado:

Coño, no te pongas así. "Duda de todo" es un lema siempre saludable, sobre todo en las cifras de muertos en una guerra. Aquí y en muchas partes se pone en duda todo lo que venga del gobierno.

Una vez alguien contó 20.000 mártires de la revolución, por ejemplo, y ahora resulta que fue un invento, y que el número es más bien cercano a 3.000.

Sólo porque alguien discrepa o calcula una cifra más alta (o baja) de muertos o vivos no necesariamente es un gilipollas. Aquí, en todo caso, yo me decanto por lo más razonable, que suele ser lo más cercano a la verdad.

Gracias por tu input, es de veras importante.


Regresa NF:

Bueno, padre, en ningún momento me estaba refiriendo a tu persona. Era al hijo de puta (quien quiera que éste sea) que te está mintiendo a tí. Y en todo caso yo te estaba respondiendo a una pregunta que tú me hiciste y que te he respondido como un profundo conocedor del tema y con el mejor ánimo de servirte. Amén de que no te estoy regateando datos para que tú decantes o razones: te estoy dando números exactos. Mas si a esos tú crees conveniente sumarles otras cantidades, el ejercicio se sale entonces de mi competencia. Ah, el que contó los 20.000 muertos y la lanzó como una cifra para la eternidad, fue ese paradigma de la libertad de expresión y del periodismo continental que se llamó Miguel Ángel Quevedo. Dios lo tenga en la gloria. ¿Lo tendrá? A menos que Dios sea bugarrón.
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Foto arriba: Luanda. 11 de noviembre de 1981. El día anterior, por primera vez, he aterrizado en el aeropuerto internacional “4 de Febrero” de Luanda, Angola. Hoy por la mañana, René David Osés, el camarógrafo de la Sección Fílmica de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, me lleva al acto central por el aniversario 6 de la independencia. Poco bullicio popular y nada que se compare a las convocatorias de Fidel en la Plaza de la Revolución. Tengo a René David a mi derecha. El otro fotógrafo, también cubano, ha sido identificado como Félix Arencibia. Mi gesto de incomodidad es evidente y recuerdo el desasosiego por no hallarme en control de mi situación, aunque aún no lleve 24 horas en África. Foto abajo: Pocas semanas más tarde, el corresponsal se despliega. En Huambo, una capital provincial del centro del país, mientras entrevisto a un cirujano militar angolano, descendiente de portugueses, la transformación es perceptible.

Foto arriba: Colección Norberto Fuentes/René David Osés. Abajo: René David Osés © Herederos de René David Osés. Prohibida la reproducción.

domingo, 10 de noviembre de 2013

La gallina de los huevos de oro

De acuerdo a la lectura que nos permite El Nuevo Herald, Barack Obama acaba de dar las últimas paletadas de tierra sobre la tumba de los mercaderes de la contrarrevolución cubana. Formidable muestra la suya de skill político: coge a dos infelices representantes de la disidencia cubana, Berta Soler y Guillermo Fariñas (por lo demás, negros), y los utiliza como plataforma de la nueva política americana hacia Cuba. Cero embargo. Cero invasiones. Cero arrancaderas de cabezas cuando triunfen. En verdad, no sé qué se van a hacer ahora los paladines de la blogósfera cubana, que no hay forma que te acepten ni un solo logro de Raúl Castro. ¡Si hasta Obama nota los cambios! Lo acaba de decir, queridos amiguitos, aquí, en Miami. Y sus lineamientos son tan claros como el agua.

• Se han “empezado a ver cambios en la isla".
• Estados Unidos necesita ser "creativo" e imaginativo en sus relaciones bilaterales con la Isla.
• El "partidismo" que se vive en Washington en relación con Cuba, bloquea la posibilidad de avances en esta materia.

Llamo la atención sobre algo que me resulta interesante, y que puede parecer ajeno pero no lo es: que haya eludido de manera reiterada el encuentro con Yoani Sánchez y su príncipe consorte Reinaldo Escobar. ¿Solo porque ella es blanquita, aunque el marido sea mulatón? Ná, debe haber algo más. ¿La estridencia? ¿El afán de protagonismo? Debe haber algo más, insisto. Quizá sus patrocinadores. Yo me iría por esa. Por los patrocinadores. El caso es que se la han estado empujando por los ojos a Obama desde hace meses, y cuando el presidente estuvo en Miami el 29 de marzo pasado, la trajeron a toda carrera desde Europa y creo que llegaron hasta colársela en el recorrido presidencial por las obras del puerto. Pero igualito que en Bienvenido, Mister Marshal. Si le pasaron por al lado, nadie se enteró. Ahora volvieron a arañar las paredes de la Casa Blanca, en un viaje a no sé qué extravagante congreso de la SIP, pero a quien recibieron, y no Obama sino Biden, fue a la jefa de las Damas de Blanco, Berta Soler, la señora que a mí siempre me recuerda a la cocinera de las cajas de jotqueis, pero sin el mantel de cuadros escocés. Regresando a nuestros victoriosos disidentes de la jornada del viernes —la ya mencionada Berta Soler y Guillermo Fariñas—, está por ver lo que Fariñas calificó como “un triunfo de la oposición cubana” en relación al encuentro de él y Berta con el presidente. ¿Debo explicarme que la veintena de huelgas de hambre le hayan afectado el cerebro, además de los otros sistemas vitales? Si Fariñas dijo en declaraciones previas al encuentro que le pediría a Obama que no negociara con la dictadura castrista “bajo ningún concepto”, nadie ha aclarado después que se tragó la lengüita y se cuidó mucho de dictarle política a un señor tan poderoso. Hay algo que de ningún modo cuadra en esta situación. Pero es evidente que aquí todo el mundo está hablando de algo diferente. Me falta, por cierto, un tercero en este diálogo de sordos: Jorge Mas Santos, que se apea con la descarga de calificar “de 'privilegio' el hecho de que el presidente de Estados Unidos pueda conocer de primera mano el trabajo de la oposición cubana”. Por Dios, Jorgito, ¿qué trabajo? ¿Qué disidencia? Muy triste, desalentador y trágico que estas personas —probablemente firmes creyentes de sus ideas— se expongan de manera tan absurda a la burla. A lo mejor algún día se darán cuenta que las autoridades cubanas gobiernan ese país pensando en Cuba, no en Miami. Por eso la ventaja larga que los asiste, yo diría que inalcanzable.