miércoles, 10 de junio de 2015

Las palabras y la alegría



Han sido días pródigos por el uso particularmente ingenioso de las palabras que han atrapado mi lectura o mi oído, ya sea como anuncio de ciertos servicios de brujería o como aforismo de corte confuciano o como aviso solemne o regla de admisión.

Primero Luis Agüero, el escritor (pocas veces se dispone de uno de tus novelistas favoritos al alcance de una llamada telefónica). El sábado estábamos hablando de esto y de aquello, cuando me recordó el cartel escrito con brocha de rotulador de cine de barrio en la puerta de uno de los grandes santeros del barrio de Puentes Grandes, que decía, en letras chorreadas:

Pedro el del Taburete
Santero
Mato o curo en 24 horas

Lo que me llevó a sacar de mi propia reserva, el aviso a la entrada de un bar mexicano (si mal no recuerdo, alguien me dijo que allí se había filmado El tesoro de la Sierra Madre), que advertía a los potenciales usuarios a un costado de las puertas batientes:

Prohibido
Hombres armados
O
Mujeres solas

Terminada la sesión con Luis Agüero, me disparo hacia Barnes & Noble y compro, acabadito de salir, el libro de William Styron My Generation, una suculenta colección de ensayos y trabajos de non-fiction, que he visto anunciada en la Internet. Más rápido aún que el viaje a la librería, me disparo hacia su crónica del funeral de William Faulkner que le comisionó Life en julio de 1962 y donde tuvo la curiosidad de reproducir un volante que se repartió por todos los negocios del pueblo del novelista, esto es, Oxford, Mississippi. El luto de los tenderos:

EN MEMORIA
DE
WILLIAM FAULKNER

Este negocio estará
cerrado
de 2:00 a 2:15 PM
Hoy, julio 7, 1962

Y por último, apenas comenzada la semana, algo más definitivo, enjundioso. El aforismo que me envía el amigo Rogerio Moya en un mensaje electrónico. Si no fuera tan largo, habría que esculpirlo en la piedra.

El Gran Lao - Tse, dijo:
Sólo cuando Ud. ve un mosquito posado en sus
testículos es que se da cuenta que siempre hay una
manera de resolver los problemas sin violencia.

Pero ¿existirá o existió realmente el tal Lao-Tse? A lo mejor es la personalidad oculta de Moya. Como Supermán y Clark Kent.

La foto de la fonda del condado de Oxford es del libro Yoknapatawpha. Images and voices, de George G. Stewart. Ojalá que no se moleste por la reproducción. Porque si hay demanda, los dos nos vamos a morir de hambre.