jueves, 15 de marzo de 2012

Los idus de marzo


15 de marzo de 1989, hacia las 9 de la mañana. La radio contrainteligencia ubica las primeras comunicaciones del grupo del coronel Antonio de la Guardia "Tony". Al día siguiente, el Comandante en Jefe Fidel Castro recibirá el reporte inicial. El indicativo "Gordo" está siendo empleado desde Miami y en embarcaciones frente a las costas del occidente cubano. Llaman a un tal "Gordo" dentro de Cuba. La comunicación de respuesta se ubica al noroeste de La Habana, cercano a las costas, por lo que se convierte en objeto de atención priorizada. "Gordo" —todavía no lo deben saber— es el indicativo del mayor Amado Padrón Trujillo, una especie de segundo al mando del Departamento MC que dirige el coronel De la Guardia. Es un segundo al mando de facto, no porque tenga ese nombramiento. Pero —como decíamos— ha logrado "comerle el cerebro a Tony" y es el tipo de oficial audaz e imaginativo con el que Tony se siente cómodo para delegar. El 27 de marzo cambia el indicativo. "Gordo" por "Trece". Le parece más enigmático, menos descriptivo de su verdadero empaque físico, aparte de que no le recuerda las libras de más que tanto le molestan. Los primeros resultados obtenidos por la radio contrainteligencia muestran que "Gordo" y luego "Trece" se encuentran en Ciudad de la Habana, al oeste de El Morro (en la boca del puerto). Los equipos móviles de radiogoniometría cierran el cerco. “Trece” siente la presión. Pero es evidente que está haciendo uso de su experiencia. No en balde MC está hecho por ellos mismos. Aparecen dos nuevos indicativos: “35” y “20”. Pueden ser del mismo “Gordo” o “Trece” o gente suya y se producen constantes cambios de frecuencia y los contactos se efectúan en períodos muy cortos. Están tomando sus contramedidas. Lo están haciendo bien, pese a que ya están perdidos. Las informaciones obtenidas en los contactos radiales radiogoniométricos establece con precisión que "Gordo", "Trece", "35" y "20" trasmiten desde distintos puntos en el oeste de Ciudad de La Habana, desde el río Almendares hasta Barlovento, con toda probabilidad, Barlovento (zona comprendida por Quinta Avenida A-Séptima A y calles 66-62), Miramar (zona comprendida por Quinta A-Séptima y 20-10), y Miramar (Hotel Tritón). No importan los cambios de frecuencia y de indicativos. La radio contrainteligencia entrega su estimado al Comandante en Jefe: No puede tratarse de otra cosa que de operaciones de narcotráfico con personal comprometido dentro Cuba. Fidel siempre lo supo, desde luego, pero ahora sabe además que otra gente también lo sabe. Solo una acción desesperada. Eso es lo único que le queda al grupo de Tony para ponerse a salvo del pelotón de fusilamiento. Tienen escaso margen para organizar el abordaje de una de las embarcaciones fondeadas en la Marina Hemingway o en los muelles de Tropas Guardafronteras o de Tropas Especiales, todos tan accesibles para el coronel. O —tratándose de ellos— para el fácil secuestro de una de esas embarcaciones. Es tarde. Las brigadas de chequeo visual del K-J no les dan brecha y pierden toda su capacidad táctica. Todos son hombres muertos que manejan Ladas. Qué extraño para ese grupo de intelectuales devenidos en hombres de acción que no percibieran, no solo que había comenzado el chequeo sobre ellos, sino el significado de que comenzara un 15 de marzo. La historia nunca es letra muerta, ni siquiera en sus fechas coincidentes. Pero entonces no lo comprendieron. Y después se les acabó el tiempo. El 15 del mes de Martius. La fecha debe su lustre a Julio César, porque fue asesinado en los idus de marzo del año 44 AEC. Un adivino había advertido al César del peligro, y ese día cuando iba al Senado el César llamó al adivino y, con una sonrisa de burla, le dijo: "Los idus de marzo ya han llegado". A lo que el vidente contestó compasivamente: "Sí, pero no se han ido".

Ilustraciones recuperadas de un óleo sobre tela de Antonio de la Guardia.