viernes, 22 de octubre de 2021

¿Siguen sin escuchar?

UN DOLOR TAN LEJANO
El director de GAESA. Luis Alberto Rodríguez López-Calleja.


El exsecretario ejecutivo del Consejo de Ministros de Cuba, Carlos Lage, quien fue destituido por Raúl Castro en 2009 junto al canciller Felipe Pérez Roque por «graves errores» y «abuso de poder», pidió recientemente «cambios profundos» en Cuba para llegar al socialismo y señaló que «confía en la revolución y creo firmemente que el socialismo … aunque a ese socialismo solo se pueda llegar con cambios profundos, muchos más que en los últimos 20 años Eso es ahora lo verdaderamente revolucionario.» El exdirigente realizó las declaraciones en un video publicado en las redes sociales a raíz de la celebración el pasado 15 de octubre de su 70 cumpleaños. (De los portales cubanos. Los subrayados son nuestros.)

Sí lo han leído con serenidad, creo que es bueno. Lage tiene todo el derecho a manifestarse. En Miami, desde luego, ha sido asumido con horror. Se ofuscan ante situaciones como estas. El problema es sencillo: no quieren que surja nadie en Cuba que les dispute el liderazgo de un supuesto poder del país pronto a adquirirse, aunque no sé qué diablos de liderazgo existe aquí —o incluso allá, en la disputada isla. En definitiva, el único beneficiado es Raúl Castro. Manifestaciones como estas de Lage le permiten ganar tiempo mientras cabila su próxima jugada, es decir, le ayudan a mantener el equilibrio. Quieran aceptarlo o no, las declaraciones de esta naturaleza a quien debilita es a la ya de por si amorfa contrarrevolución cubana. No hay razón tampoco para una confrontación con el hombre y mucho menos arrestarlo. Solo acarrearía perdidas en la opinión pública amén de alebrestar a un sector aún numeroso y ciertamente templado de militantes y veteranos. No hay siquiera que enseñarle los instrumentos. El éxito de Raúl, en este caso, es dejar que alimenten la esperanza. De cualquier manera, lo único que Lage está haciendo es poner su pica en Flandes con la pretensión evidente de que lo llamen a formar gobierno en un hipotético futuro. Pero déjenme decirles que Miguel Díaz Canel es el que sí está perdido. No les quepa la menor duda que Raúl le tiene sus días contados. Lo que Raúl se halla maquinando es quitárselo de arriba, a ver cómo lo saca y a quién pone. Una maniobra delicada, sin duda. Debe actuar de modo que no demuestre su estrepitoso fracaso al elegirle sucesor. Por lo pronto gana tiempo. Siempre queda por resolver que nadie salga a las calles; de inmediato, es el asunto que está sobre la mesa como prioridad. Queda, como candidato de muchos cubanólogos, dando vuelta en las altas esferas, el nombre de Luis Alberto Rodríguez López-Calleja. Pero no la tomo en cuenta porque este es el hombre que Raúl tiene para atender sus finanzas, ergo, la enorme fortuna que han acumulado, y ponerlo al frente del gobierno es una posición demasiado expuesta. Malo. Muy malo comprometer el dinero por una maniobra política. De lo que pueden estar convencidos es que Raúl no vuelve a meter la pata con otro huevón tecnócrata. Con Díaz Canel ha sido suficiente. Y nuestro remedo de Nikita Jrushchov ya anda dando vueltas por ahí. Por alguno de los lustrosos pasillos del Comité Central, o del Estado Mayor General. Lage era un Gorbachov. Y ahí se quedó. Y Díaz Canel, un inepto. Respecto a unos añorados cambios, mientras los gringos no aflojen, olvídate de la reforma. En cuanto a los muchachones y el alboroto de sus manifestaciones, ustedes sabes bien que eso no tumba ningún gobierno. Lo peor para ellos, llega el momento que la noticia se agota.

Ilustración: captura de video, copyright © 1987, 2021 by Norberto Fuentes. Prohibida su reproducción.