sábado, 26 de febrero de 2022

¿Quiénes son los traidores?

El primer teniente (¿o debo decir ex primer teniente?) Guillermo Cowley, uno de los miembros del batallón de Tropas Especiales que García Márquez en su texto «Operación Carlota» describiera acertadamente como «guerreros muy diestros, de un nivel ideológico y político muy elevado, y algunos tienen un grado académico, son lectores habituales y revelan una preocupación permanente por las superación intelectual», hace gala de esa formación entre castrense y snob —experto del tiro a chorro del AKM con un volumen del Ulises de Joyce en la cartuchera de la máscara antigases—, nos hace llegar este ensayo sobre la actual situación cubana, que en su origen y de forma mucho más cruda fue enviado a un sitio gubernamental de reciente creación para conocer las opiniones de la población. Una engañifa, por supuesto. No hay nada malo, sin embargo, en utilizar todos los recursos disponibles con la intención de enmendar las cosas. Hace ya muchos años —desde los procesos de 1989— que Guillermo y todos sus compañeros fueron desmovilizados, expulsados del Partido, y de inmediato convertidos en parias políticos y objetivos permanentes de la vigilancia de Seguridad del Estado (o, como en el caso de Guillermo, encerrado durante un buen tiempo en el llamado centro de instrucción de Villa Marista). Pero, como él mismo dice en nota aparte, «...nunca podemos entrar en contradicción con las ideas pues estaríamos contradiciendo nuestra propia vida...».

Re: Guillermo Cowley g****@gmail.com
Date: jue., 3 de feb. de 2022 10:36 p.m.
Subject: Ordenamiento
To: rendiciondecuenta@anpp.gob.cu

Atención: Si el Estado no ha tenido una oferta constante de productos de primera necesidad por años, incluso ni con el CUC antes o el MLC, ¿qué puede pasar ahora a dos años de pandemia, con el recrudecimiento de las medidas para el embargo y una política interna de reprimir y controlar a los productores independiente en el campo? Con eso se desincentiva producir más con precios absurdos, con iguales intenciones con los transportistas privados y con otros rubros, cuando deberían apoyarse en ellos para estos momentos de crisis, cuando el Estado no ha podido resolver estos problemas de vital importancia en la vida diaria del cubano de a pie. Todo esto en momentos que el transporte estatal prácticamente desaparece por la falta de gomas y baterías que no se pueden comprar por no tener divisa, se dice. Y llaman nuevamente a fortalecer la empresa estatal como política prioritaria, como si alguna vez no hubiese sido así. Solo el caos que existe en los precios de los productos de primera necesidad por la escasez tremenda hace entender cuán equivocadas han sido las políticas estatales respecto de la producción de alimentos, bienes y servicios. Un Estado omnipresente en todo el país que no es capaz de hacer producir las tierras cultivables que posee en una inmensa mayoría, mantiene el comercio exterior con total control generando más escasez y frustración. La tarea Ordenamiento es el fracaso más brusco y tremendo que ha tenido este gobierno. Hablar de ello es emborronar cuartillas, un desastre con muchas justificaciones y casi ninguna autocrítica y ningún responsable, decisiones que parecieran tomadas por fantasmas. Si existe más de una moneda para adquirir productos básicos y los nacionales solo cobran en moneda nacional, el Estado no tiene la posibilidad de vender las monedas que él mismo propone para la compra de artículos de primera necesidad y le deja el espacio libre para la venta de estas a los particulares. Será la oferta y la demanda quien disponga los precios. No hay otro factor que pueda modificar esto, y escribir acerca de culpables y represión es otra política estalinista fuera de época con resultados desalentadores y el verdadero culpable es el gobierno, no hay otra. ¿Pueden ser otros resultados? Realmente los actuales dirigentes tienen muy pocos deseos de enfrentar la situación con un real espíritu revolucionario, crítico y honesto. Reprimir no tiene nada en común con producir y no querer ver, y decir las verdaderas causas que hacen subir en un espiral las monedas extranjeras es muy deshonesto y poco provechoso.

(…)

La incapacidad demostrada del Estado no tiene justificación, solo la forma como se piensa en los niveles de dirección son los causantes de la escasez y miseria. Se elude la experiencia china, la vietnamita, de construir el socialismo con las fuerzas productivas del capitalismo. Es una realidad tangible que no se quiere practicar en este país por caprichos y no por una argumentación ideológica. Separar al Estado de labores de servicio y productivas y dejarlas en manos de emprendedores no quiere decir renunciar al socialismo ni a la soberanía e independencia. Cada minuto que pasa sin tomar decisiones mínimamente audaces solo nos daña. La realidad es que existe una importante porción de nuestra juventud que no ve otra solución a sus intereses que emigrar, y una tragedia mayor: su desinterés por la superación, y más allá aún, por la construcción del socialismo, pues la experiencia es amarga. Hemos tenido logros increíbles, esencialmente en las ciencias, y ello está motivado precisamente por la especial dedicación de los científicos, altamente motivados en sus carreras, y con un nivel de comprensión de sus vidas alineadas a lucha revolucionaria, pero esto es una minoría. Los sectores menos motivados se colocan en el lado de los que quieren (¡lógicamente!) abandonar el país. Incluso la inmensa cantidad de profesionales formados por la Revolución que no se ven motivados a continuar entre nosotros ante una realidad muy poco bondadosa. La desidia es el pan de cada día y la corrupción cabalga en poderosos corceles. Se habla de incrementar la educación marxista. Pero es una máxima de esta doctrina que «el hombre piensa acorde a cómo vive». Entonces, ¿qué podemos esperar de esta ecuación social en la actual realidad de este país?

(…)

Esto nos ha estado pasando durante 63 años. ¡63 años desgastando las fuerzas del pueblo! Y no tenemos que pedir más cese del bloqueo. Tenemos que hacer cambios trascendentales que de ningún modo van a afectar nuestra ideología y/o nuestros principios. El socialismo es el futuro de la humanidad, pero nosotros no llegaremos primero a él de seguir en este camino. Primero llegará el imperio en su desenlace actual. Por estos métodos, por los caminos que hemos trillados, hemos visto que en mejores condiciones materiales no hemos alcanzado los niveles de prosperidad imprescindibles para aspirar a las leyes de distribución y equidad que el socialismo propone en sus argumentos. Se ha estado perdiendo tiempo durante decenios divagando sobre medidas que habrían de tomarse si no se quiere ver derrotada la Revolución desde adentro por su propia fuerza, y que encontrarán de manera inevitable ante los continuos fracasos.

Nunca la dirigencia del país estuvo más lejos del pueblo, mientras continúa incrementando puestos de dirección, una burocracia aburguesada al peor estilo pre revolucionario, carros de alta gama, casas con piscinas y áreas para el mejor recreo distan mucho del estilo de la consagración al trabajo en busca del bienestar del pueblo revolucionario.

No digamos más «abajo el bloqueo». Es incomprensible. Producimos vacunas como el primer mundo y no somos capaces que cosechar boniato para alimentar a los cerdos. Vergonzoso. No podemos hacer política con tan baja perspectiva. Nuestros hijos se fugan de nuestra historia y trayectoria. Acaben de entender que no podemos ver los millones de emigrados como traidores de nuestra ideología si no como las consecuencias de nuestros fracasos.

Oír al pueblo, ser autocríticos, y reverdecerá la Revolución.

(fdo.) Guillermo Cowley


Arriba: Fragmento del panel de plywood con el símbolo de Tropas Especiales convertido en uno de los escombros de la Sala de los Mártires de la fuerza luego de la ocupación de todo el perímetro de la base por parte de unidades del ejército ordenada por Raúl Castro.