Fotonovela sin argumento
SINOPSIS
Ingmar Bergman hizo un extraño corto —Daniel— a fines de los 60. Fue su contribución a Stimulantia —traducido en Cuba como Estimulación— un filme colectivo sueco de 1967. El episodio de Bergman era una compilación de pietaje de 16 mm de película casera que le había tomado pocos años antes a su hijo Daniel. “Yo quería ofrecerle a Daniel un presente por su segundo cumpleaños —un testamento, algo que él pudiera tener cuando creciera... Cuando hice el filme pensé que iba a funcionar muy bien. Pero la reacción fue completamente negativa. Así que obviamente había algo equivocado en alguna parte”. Las imágenes que componen Danza con agua fueron tomadas en agosto de 2002 en una visita a los cuarteles de la NASA en Cabo Cañaveral. Éramos cinco amigos: Orestes Lorenzo (el piloto de MiG que hizo historia cuando rescató a su familia aterrizando y despegando en/de una carretera cubana), su mujer Vicky, Alcibíades Hidalgo (el alto funcionario también fugado de Cuba), mi mujer Niurka y yo. Entonces Niurka saltó a la fuente y Orestes tuvo la gracia de tomar las fotos. Como el propio Bergman dijera en la breve presentación que hizo de su cuento fílmico en Stimulantia, aquellas escenas íntimas, familiares y tomadas frente a acontecimientos que se producían espontáneamente eran lo más estimulante que tenía para ofrecer a sus espectadores por el momento. De modo que, por lo pronto, estas son las imágenes más estimulantes que puedo ofrecerles actualmente, y desde luego, si obtengo la misma crítica negativa del maestro sueco, resultarán probablemente inmerecidas. (Para ampliar las fotos, una por una, cliquee sobre cada imagen).