sábado, 8 de febrero de 2020

En estado latente


Una nota en la primera plana de Granma con el programa de la feria del libro que celebran en La Habana nos informa de una conferencia sobre “la creación del primer libro digital cubano”. Hay un invitado: Víctor Ángel Fernández. A continuación amplían lo que debe ser un anuncio sobre el susodicho primer libro. Textual:

“Espacio Con voz propia. Presentación del ebook La red de araña, Víctor Ángel Fernández. Presentador: Jesús David Curbelo. Joven Club (Pabellón A-4)…”

Me es imprescindible enmendar la plana del órgano partidario o de los organizadores del evento.

Hace 23 años, 3 meses y unos días que el primer libro electrónico o digital o en línea cubano se encuentra en la Internet. Es decir, ahorita va a ser un cuarto de siglo. Y el autor de tal obra es el mismo de este blog. Uno comprende, sin embargo, que desde la otra orilla desconozcan un texto de título tan agresivo y de imposible digestión para los funcionarios del gobierno. Algo que, de entrada, se llame Los hijos del enemigo. Descripción del método empleado por Fidel Castro para cometer un asesinato en masa y salir airoso del episodio y que trate del acoso y hundimiento por tres remolcadores Polargo en perfecta formación y maniobra militar, luego de —con la potencia de sus cañones de agua, mil 500 kilogramos-fuerza por pulgada cuadrada—, barrer la cubierta de otro remolcador, uno viejo, de madera, atestado de niños y de indefensas madres y padres, y desde donde los niños gritaban: “¡Nos rendimos! ¡Nos rendimos!” resulte inadecuado para un ágape literario y máxime con doctos invitados extranjeros. 13 de julio de 1994. Hundimiento del remolcador “13 de marzo”. Memoria imborrable. Tengo que arreglármelas para rescatar ese librito. Una fiera agazapada.

Imagen recuperada de la primera versión de Los hijos del enemigo colgada en la página web del Comité Cubano Pro Derechos Humanos el 8 de octubre de 1996. La versión en inglés Children of the Enemy. Or a description of the methods used by Fidel Castro to commit mass murder and come out smelling like a rose, traducida por Mark Falkoff, apareció en la misma página.