No, el señor de la foto no es el camarada Todor Yivkov, primer secretario del difunto Partido Comunista Búlgaro y él difunto también. (¿O todavía existe, el Partido, quiero decir?) El señor es el compañero Díaz. Además, observen la estatua detrás que no es la de Panayot Hitov, el gran patriota búlgaro y que también se las traía, hasta que, tengo entendido, los turcos lo empalaron. Los crueles otomanos.
El asunto Jerry Lee buscándose la vida
En efecto, Jerry Lee está haciendo Uber.
El asunto Tragedia Total
La noticia de la desaparición de la revista MAD de los estanquillos es algo de efectos insuperables. Después de 67 años de estarnos educando en la irreverencia y en no preocuparnos por nada —What me worry?, como era el motto de su personaje emblemático Alfred E. Neuman (en el retrato)—, ahora resulta que unos aviesos e insensibles capitalistas dueños de la transnacional que la publicaba, deciden que kaputt, la revistica ha caído en baja y no reporta los millones de sus años de gloria. (Sigue…)
Tuve oportunidad, sin embargo, hace cerca de 40 años, en abril de 1980, de conocer a William M. Gaines, el legendario editor del MAD y de decirle que yo había sido el escritor de las historietas de la revista Mella, un remedo comunista del MAD. Él se mantenía, gordo y refunfuñón, en sus trece de glorioso editor de la mejor publicación humorística yanqui. Yo me había vuelto un escritor más o menos serio y acababa de venderle mi primer libro sobre Hemingway a un editor de New Jersey llamado Lyle Stuart, que viajó a La Habana a escondidas del Department of State con una troupe de su editorial para entre otras cosas recoger mi libro, y ahí fue donde invitó a su amigo de los años Bill Gaines a participar de la aventura. La foto tomada por Stuart con su camarita Polaroid es del 21 de abril de 1980 en el lobby del hotel Habana Libre, que poco antes del triunfo de la Revolución —en sus frecuentes viajes a La Habana para jugar en los casinos e irse de putas (según confesión)— Gaines conoció como Havana Hilton (hubo que subirle la v de minúscula a mayúscula para que fuera en español, y hacerlo en el bordado de todas las toallas, fundas, sábanas, y en los troqueles de los jaboncitos, y en el fondo de los ceniceros y en el grabado de vasos, copas, tazas, cubiertos. Titánica tarea, se los digo, nacionalizar un hotel gringo.) Total, para que ahora los nuevos arrendatarios ¿o dueños? españoles lo vuelvan a alterar como Tryp Habana Libre y vuelve a descoser y a fundir y a…
El asunto Ricardón
Esto es solo para establecer un compromiso. No crean que paso por alto a Ricardo Bofill y todas nuestras historias en común. Pero quería mantener el tono de guasa y no resulta apropiado para hablar de un amigo que acaba de morir, aunque no recuerdo en nuestros largos años de socios que hayamos soslayado una sola vez el embromarnos y la burla permanente a todo lo que nos rodeaba. Pero hace falta espacio para hablar de nosotros. Espacio y libertad. Los obituarios no son el lugar. Así que, al carajo. ¿Verdad, Ricardón? Al carajo.