viernes, 19 de julio de 2013

Poetas del porvenir

Luis Rogerio la había cogido con retratarse con mi parca de las Tropas de Guardafronteras. Creía que era la forma en que debía aparecer en las solapas de sus libros. Y, por tratarse de una indumentaria distintiva de las fuerzas que emboscaban a los lancheros de la CIA en remotos litorales del archipiélago, lo hacía sentirse heroico. No logró tumbármela nunca. Resistí a pie firme. Él rogaba. Insistía. Esa parca era la coba de sus anhelos. Yo le explicaba que nadie que fuera un bragao, anhelaba. ¿Tú viste alguna vez que Maceo anhelara? ¿O el mariscal Rokosovsky? ¿John Wayne? Coba, explico, es una forma de llamar a la ropa, preferiblemente la de buena calidad, la de marca. Luis Rogerio Nogueras “Wichy el Rojo” tenía un texto con esa palabra. Una cosa que hizo en jodedera, no para publicar.Vislumbra en ese poemita que todos los cubanos dispondrían, al triunfo del comunismo, de unas cobas de calidad, como se suponía que vistieran los extranjeros. Otra cosa que vislumbra ahí como una panacea, es la desaparición de los gusanos. Gusanos, por su parte, no son los laboriosos insecticos, sino los elementos contrarrevolucionarios, según les calificara Fidel Castro desde muy temprano. Según Wikipedia, la palabra se utiliza para designar los más diversos animales que coinciden en ser pequeños, blandos, de forma alargada y con apéndices locomotores poco destacados o ausentes. Es un sustantivo empleado por el Rojo que también requeriría una explicación o una suerte de nota al pie. Así pues el sentido que tiene en su texto es ese mismo de Fidel. Los versos de Guillermo, por el contrario, no creo que los hiciera para enterrar en una gaveta. Tienen un alto contenido de ironía, pero el acabado es profesional. Su creación es de una época posterior al poema de Wichy, como quince años.Ya sabemos que Wichy escapó antes.Un escape por la vía del cáncer linfático. Me apresuro a declarar que Guillermo, el Gordo, el Willy, era remiso a anhelar las parcas y las vituallas militares de las que Wichy y yo éramos tan aficionados. Lo de Guillermo era dar clases de Literatura en la Universidad, escribir su poesía y dejarse querer por una corte selecta de niñas. En la foto que proveo a continuación, el poeta Guillermo Rodríguez Rivera está a mi derecha, y a mi izquierda tengo al trovador Silvio Rodríguez, y a la izquierda de Silvio al fotógrafo Alberto Korda. 30 de diciembre de 1989, mientras el escritor celebra su sexta boda.Una buena cofradía.


Sobre las fotos: Copyright © 1979, 1989, 2013 by Norberto Fuentes. Prohibida la reproducción.