domingo, 31 de marzo de 2024

Después de medio siglo

LAS CRÓNICAS DE LA DISIDENCIA DEL ESCAMBRAY EN CUBA ESCRITAS POR UNA PLUMA EXCEPCIONAL: NORBERTO FUENTES

Cuando nace una nueva editorial siempre es una celebración para mí. Una celebración aún mayor cuando los libros publicados son perlas recuperadas de la literatura del siglo pasado. ¿Cuántos textos del siglo XX nos han llegado en italiano? Pues bien, Ago Edizioni, fundada el pasado septiembre, ha hecho de esta cuestión su misión: publicar libros de ficción extranjera del siglo XX.

Libros nunca traducidos, descatalogados, que (como dice la propia editorial) no han agotado su carga emocional y la importancia que pueden tener tanto en el lector individual como en la conciencia colectiva.

Norberto Fuentes (a quien en el precioso prefacio de Italo Calvino se compara con Beppe Fenoglio) nació en La Habana y se convirtió en corresponsal del frente durante la lucha de las bandas del Escambray en Cuba, experiencia de la que nació este libro. De hecho, «la rebelión del Escambray», como se la conoce oficialmente, fue un movimiento de disidencia protagonizado por revolucionarios cubanos entre 1959 y 1965 contra el régimen de Fidel Castro.

El grupo de disidentes estaba formado por exmilitares, exguerrilleros, campesinos, que fueron prácticamente todos exterminados por el gobierno. Fuentes, que se unió a estos hombres por el «deber de informar», beneficiándose de una relación privilegiada con el propio Castro que le dio acceso directo al conflicto como observador, registró los acontecimientos de una manera casi objetiva, más como reportero que como novelista, y en I condannati dell'Escambray [Condenados de Condado] contó lo que vio.

Las noticias nos cuentan que, a pesar de su amistad con el dictador, Fuentes intentó escapar de la isla y en 1993 se vio obligado a exiliarse en Estados Unidos, ayudado por personas del calibre de William Kennedy y Gabriel García Márquez. Hoy vive en Miami.

El oficial se encaminó al único escaparate, de tres puertas. Abrió la puerta del centro donde hace muchos años se sostuvo un cristal. Adentro había un hombre rodeado de miserables vestidos. El hombre hizo como si buscara algo perdido entre los pedazos de tela. El oficial le dijo: andando para el yipi y sin ponernos bravos. El hombre fue a explicar su parentesco con la Primorosa pero el oficial cortó toda conversación: eso que me vas a decir, lo explicas en la jefatura. Andando.

Dejaron la habitación con su escaparate, el colchón tirado sobre la tierra caliza, los dos taburetes, la silla coja, la mesa coja también, la repisa donde guardaba vasos y platos de cristal y aluminio, dos o tres cucharas oxidadas, la cocina de luz brillante, un cuadro con un ojo abierto que llora una lágrima roja y una espada que atraviesa esa lágrima roja. Un alacrán caminaba delante de ellos y el oficial lo aplastó con la botaza. (pág.52)

La estructura del texto se desarrolla en un conjunto de relatos muy breves, como decía, crónicas: Fuentes muestra una tierra árida pero a la vez frondosa, casas en ruinas, almas gastadas, mujeres y hombres siempre a punto de ceder, a la muerte, a la desesperación, a la rendición. El contraste entre potencias es evidente: el fuerte aplasta al débil, así funciona en la guerra.

La escritura es fragmentada, rápida, sin florituras: sus personajes, capitanes, cabos, campesinos, prostitutas, soldados, apenas están perfilados, por lo que no tenemos forma de apegarnos a ellos. ¿Y con qué propósito? De todos modos, todos están destinados a un mal final.

Sin embargo, estos personajes, buenos o malos, son profundamente humanos: el capitán Descalzo (llamado así porque sólo anda descalzo) mata a un hombre, pero aún se preocupa por la desaparición de su juventud; la prostituta Primorosa esconde a un hombre en su armario, pero no hace nada para detener al oficial, salvo lanzarle una maldición; algunos soldados, fumando juntos, distraen el miedo a la muerte para centrarse en la valentía de los condenados a ser fusilados.

La tierra es buena. Tierra prieta, tierra colorada, tierra blanca. La mejor es la prieta: gruesa y grasosa. En Manicaragua hay una tierra arenosa que resulta muy floja.

Hay piedras. Cantidad de piedras. Piedras como huevos y como cráneos despedazados, astillados. Piedras agrietadas, gritando su inmovilidad bajo el sol. Y alrededor de las piedras defecan las auras y abajo de las piedras patalean las alimañas y la Sierra vive y se alimenta de su propia carroña y a la rata gris se le abrió la nariz como flor reventona pero más rápido porque olfateaba lo que había adentro de esa piedra blanca con una grieta en el medio. Entonces decidió entrar. Empezó con la corredera y a pegar el hocico en todo lo que veía. Se llenó el cuerpo con el aire húmedo de la piedra y ya no se apuró más. El lugar le gustaba. (pág. 130-131)

En el centro y alrededor de las historias está la tierra de Cuba: la naturaleza, la vegetación, su fauna, sus santos paganos. Una tierra fascinante pero atormentada.

Un texto … duro, cronológico, seco y recto como una lanza. Los amantes de la historia de Cuba, de Castro y también de los apasionados por el reportaje periodístico y de guerra o novelas como Falsa guerra de [Carlos Manuel] Álvarez lo disfrutarán muchísimo.

Deborah D'attaché en CriticaLetteraria (1/3/24), el original en italiano titulado «Le cronache della dissidenza dell'Escambray a Cuba scritte da una penna d'eccezione: Norberto Fuentes».


Antes de dormirnos, el capitán Bayamo repartió una docena de tabaquitos y contó otra vez lo del afusilado que creía que lo iban a romper de mentiritas con esas balas que usan en las películas y se sorprendió mucho cuando sintió los plomos adentro. (pág. 48)

 

LA REBELIÓN DEL ESCAMBRAY: EL RECUENTO DE NORBERTO FUENTES

Nuestra revolución es generosa y sabe que debe dar a todos una oportunidad de redención.

Una sucesión de acontecimientos, sensaciones y personajes de la sierra cubana emergen, página tras página, en Condenados de Condado, de Norberto Fuentes. El tiempo parece haberse detenido: el foco de la narrativa está en los conflictos entre el gobierno cubano y los rebeldes anticastristas activos en la región montañosa.

A años luz de la ficción bélica clásica, el libro, publicado por Ago Edizioni, saca a la luz los acontecimientos de la guerra de guerrillas y la rebelión en la región montañosa del Escambray. La pluma de Fuentes se mueve rápida e instintivamente entre los acontecimientos de bandoleros y campesinos, habitantes de la sierra cubana.

El tiempo parece haberse detenido, los minutos cristalizan en una narración que avanza, con la sucesión de capítulos, de forma aparentemente aleatoria.

A 50 metros bajo mis pies corre un río. El río muere después de la lometa porque entonces comienza el mar. El mar es más fuerte que el río. Atrás se eleva la azulosa Sierra. Levanto la AKA sobre mi cabeza y dejo escapar una larga ráfaga. El arma me tiembla en la muñeca hasta que suelto el gatillo. Soy más fuerte que el mar, me lo dice la AKA.

Norberto Fuentes, nacido en 1943, escritor y periodista cubano, es mejor conocido por haber sido amigo y confidente de Fidel Castro.

En Dulces guerreros cubanos, el autor habla de sus vivencias durante la Revolución. A pesar de su cercanía con Castro, Fuentes tuvo algunas diferencias políticas con el régimen cubano e incluso estuvo encarcelado por un corto tiempo.

Publicado por primera vez [en italiano] en 1970, I condannati dell'Escambray ofrece una narrativa detallada y a menudo crítica de los acontecimientos, examinando el contexto histórico, las causas y los efectos de las luchas en la región.

La crítica literaria ha definido a menudo el libro de Fuentes como un testimonio controvertido, ya que algunos sostienen que el autor mezcla hechos reales y ficción literaria. Sin embargo, el autor, con honestidad intelectual, informa a su lector: «Las narraciones que ahora vienen solo se comprometen con mi imaginación aunque yo haya tocado esos hombres y a estos muertos».

Sin embargo, el libro ofrece una perspectiva interesante sobre la evolución política de Cuba y las tensiones internas después de la Revolución. La famosa trilogía La Autobiografía de Fidel Castro es también un ejemplo de esta fusión de hechos históricamente reales e imaginación.

Habiendo participado personalmente en la guerra de guerrillas durante la Revolución, el autor ofrece una perspectiva única de los acontecimientos. Se describen los tratos duros e inhumanos infligidos por los rebeldes del Escambray, a menudo agricultores y antiguos partidarios de la Revolución que habían tenido diferencias con Castro. Está claro que quienes describen los hechos han tenido la oportunidad de verlos con sus propios ojos.

La narración de Fuentes es coloquial, rica en detalles, con lenguaje metafórico y una atmósfera capaz de cautivar al lector. Fuentes da vida a su héroe socialista, el comandante Bunder Pacheco, en medio de las dolorosas consecuencias de la contrainsurgencia en el Escambray.

El clima narrativo está saturado de violencia constante, a través del retrato detallado y atormentado de la progresiva transformación del campesino en soldado.

El estilo de Fuentes, metafórico y cargado de una atmósfera llena de tensión, capta la atención del lector y, a través del personaje de Bunder Pacheco, el autor exagera las contradicciones humanas, subrayando que en tiempos de guerra no sólo hay héroes o antagonistas, sino individuos que son víctimas de las circunstancias y del tiempo.

Renata Bernardo en 2duerighe (22/12/23), el original en italiano titulado «La ribellione dell'Escambray: il racconto di Norberto Fuentes».